El aprendizaje basado en retos se basa en un aprendizaje vivencial, que consiste en aprender mediante la acción.

Un autor que promueve el aprendizaje vivencial es John Dewey, él creía que los alumnos aprenden mucho más cuando se enfrentan con una situación real que pide una solución. Encontramos muchos autores que nos invitan a promover el aprendizaje a través de la experiencia en retos reales como son Jean Piaget, William Kilpatrick, Carl Rogers o David Kolb.

¿Cuál es el objetivo y qué es el aprendizaje basado en retos?

El objetivo principal del aprendizaje basado en retos es conseguir una educación más activa y práctica para que el alumnado aumente su potencial y desarrolle sus capacidades, en concreto, potenciar la creatividad, la colaboración, la comunicación, la resolución de problemas y el pensamiento crítico.

El aprendizaje basado en retos surge cuando un alumno se involucra en un tema concreto vinculado con su entorno desde una perspectiva del mundo real, por lo tanto implica la definición inicial de un reto motivador y el desarrollo por parte del alumno de soluciones factibles para este reto.

El aprendizaje basado en retos sigue una metodología basada en la colaboración entre docente, alumnos y expertos sobre aquellos temas a tratar. Para poder potenciar aún más el aprendizaje de los alumnos se recomienda que el aprendizaje en retos esté dentro del contexto escolar, y ligado con alguna materia dentro del horario académico.

Dicho todo esto, el origen de los retos para presentar a los alumnos surgen a partir de un ámbito genérico de su interés, como por ejemplo la alimentación, la sostenibilidad, la movilidad o el ocio, al que se plantean una serie de retos que deben resolverse a través de las propuestas elaboradas por el alumnado. Una característica principal de este aprendizaje es la solución, ya que deben ser originales, factibles y deben aportar valor para hacer frente a problemas presentados.

Beneficios del aprendizaje en retos para los alumnos.

1. Capacidad de comprensión de los temas a tratar, aprender a diagnosticar las causas y sobre todo, el desarrollo del pensamiento crítico.
2. Desarrollo de las capitata de búsqueda de información para analizar y generar conocimiento en el ámbito del reto.
3. Capacidad para la generación de soluciones viables a problemas complejos. Valoración de las diferentes posibilidad y selección de las más adecuadas a los objetivos definidos.
4. Aprender a trabajar de forma cooperativa y desarrollo de las habilidades de comunicación.
5. Conexión con el mundo real, los alumnos conectan lo aprendido en la escuela con la realidad que les rodea.

Conclusiones

El aprendizaje basado en retos es una metodología muy recomendable para aplicar en el aula debido a los resultados que obtiene con los alumnos. Es un método que permite potenciar la implicación y la motivación de la clase.

Aplicar esta metodología en el aula, permite fomentar el aprendizaje basado en proyectos y desarrollar la colaboración entre los alumnos para conseguir un objetivo común de forma práctica. Los participantes desarrollan el pensamiento crítico y la capacidad de resolución de problemas, esta actividad les hace sentir útiles y los conecta con el mundo real.

Bibliografía

• Fidalgo, Á., García, F., y Sein, M. (2017). Aprendizaje Basado en Retos en una asignatura académica universitaria.
• Olivares, S. y López, M. (2015). Medición de la autopercepción de la autodirección en estudiantes de medicina de pregrado. Investigación en educación médica, 4 (14), 75-80.
• Olivares, S., López, M. y Valdez, J. (2018). Aprendizaje basado en retos: una experiencia de innovación para enfrentar problemas de salud pública. Educación Médica, 19, 230-237.
• Tecnológico de Monterrey. (2016). Aprendizaje basada en retos. Edu Trends.

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